La segmentación social de los colores “rosa” y “azul” no siempre fue así, si remontamos al siglo XVIII, los niños de clases acomodadas utilizaban los colores rosa y azul de forma indistinta. ¿Qué fue lo que impulsó el binomio azul/rosa? Todo empezó a partir del siglo XX, después de la Primera Guerra mundial. Los gloriosos años 20 en EE.UU., la irrupción del capitalismo y consecuente aumento del consumo; un período en el que las empresas empezaron a impulsar la idea de que el rosa era para niñas y el azul para niños porque sabían que, si asociaban los colores con determinados juguetes, venderían mucho más. El azul se consideraba un color «fuerte y decidido» mientras que el rosa era más «delicado y suave». Sin embargo, otras personas expertas 1 creen que el elemento crucial fue la aparición de Barbie, la primera muñeca que tenía forma de mujer y un distintivo color rosa, que animó a las niñas a “jugar a ser adultas”.
¿Qué ocurre actualmente? En pleno siglo XXI, las connotaciones de género del rosa y el azul siguen presentes en nuestro imaginario , pero con la irrupción del feminismo y su afán por derrumbar los estereotipos de género, la moda infantil ha dejado de utilizarlo de forma tan evidente. Sin embargo, ¿ha cambiado realmente la moda infantil? En el siguiente artículo vamos a explorar qué otras formas de perpetuar el sexismo siguen vigentes actualmente.
Animales
https://www.elmundo.es/papel/lideres/2019/10/27/5db1ef04fc6c8371018b45e2.html
Podríamos pensar que los animales carecen de género, pero las marcas de ropa fast fashion demuestran lo contrario. Dinosaurios, tiburones o leones aparecen más en la ropa infantil de niño que en la de niña. Por el contrario, los unicornios o sirenitas -ambas criaturas mitológicas e irreales- están más presentes en la ropa de niña . Ellos son aventureros, especies depredadoras que muerden y atacan, líderes del rebaño. Ellas, dulces, inexistentes y todo un símbolo de belleza perversa.
Palabras
Las palabras y textos que aparecen en la ropa también promueven diferencias y refuerzan los estereotipos de género. Según el estudio de Süddeutsche Zeitung, que analiza más de 20.000 prendas, la palabra “amor” aparece más de 200 veces en la ropa para niñas y sólo 70 en la ropa para niños. El término “soñador” o “soñadora” aparece 41 veces más en la ropa de ellas y sólo una en la ropa para ellos.
En H&M, por ejemplo, en la primera página de ropa de niños encontramos dinosaurios, estampados de superhéroes y colores más “agresivos”. En cambio, en la de niñas aparecen arcos iris, unicornios y mensajes como “Smile Everyday” (Sonríe cada día). Estos mensajes en las camisetas, lejos de ser inocentes, reproducen la idea de que las niñas deben ser afables, simpáticas, alegres y sonrientes. Siempre objetos y nunca sujetos.
Según estos mensajes y estampados de la ropa infantil, los niños menores de 10 años deberían surfear; las niñas, en cambio, soñar y sonreír . En estos casos, el binomio azul-rosa no está tan presente, pero sí encontramos un sesgo en los mensajes e iconografía.
Colores y estampados
El tul, los lazos, la purpurina o las lentejuelas son elementos que generalmente se asocian con lo femenino. Así, las camisetas de niña tienen 3 veces más cenefas , cuatro veces más lentejuelas y hasta 10 veces más lazos que los niños . Ellos, en cambio, tienen camuflaje y rayas. A modo de ejemplo, el estudio de la revista alemana muestra en la siguiente imagen 2 que casi cada segunda camiseta para mujeres es rosa.
https://twitter.com/datentaeterin/status/1561663732576657411/photo/2
Cortaje y patronaje
¿Qué ocurre con las tallas? ¿Deberían ser las mismas? El estudio ha encontrado que los pantalones de las niñas son aproximadamente 6cm más cortos que los de ellos . La sociedad entiende que los niños pueden ser niños, pero ellas deben ser “doncitas”, y por eso deben vestirse como tal. Además, sufren la hipersexualización desde pequeñas, ya que ropa está pensada para “agradar” pero la de ellos, para divertirse y jugar. ¿Cuántas veces habremos visto bikinis para niñas de 5 años con parte de arriba? ¿Qué deben taparse? ¿Y por qué? De hecho, el caso de los bañadores con relleno ya lo denunció Facua en el 2020.
Hay otro tema que se repite tanto en la moda adulta femenina y la infantil: la falta de bolsillos o los bolsillos falsos. El movimiento #Meripoket o #wewantpockets (“queremos bolsillos”) acumula miles de mensajes y fotografías de mujeres enojadas que visibilizan esta problemática.
Alternativas
El cambio puede empezar por intentar no consumir o escoger opciones que reproduzcan los mismos estereotipos de siempre. Las niñas no sólo deben “soñar”, “sonreír” o “bailar”, también pueden luchar, aventurarse o enfadarse. Se les puede explicar a las niñas que pueden llevar otros colores más allá del rosa, y que su ropa está pensada para jugar, divertirse y, especialmente, estar cómoda. A los niños siempre se les puede animar a ponerse piezas de colores vivos y rosas, y con imágenes que representen sus sueños, que quizás son también los tradicionalmente asociados a las niñas.
Sin embargo, sabemos que la ropa sostenible y local puede suponer un mayor gasto en comparación con el fast fashion, por eso te animamos a compartir ropa de hijos e hijas con otros niños y niñas y que se intercambien sin tener en cuenta el sexo.