Las comidas o cenas de Navidad son costumbres instauradas socialmente en nuestra sociedad. Anualmente, miles de personas trabajadoras se reúnen durante esta época del año para comer, bailar y, en general, celebrar la Navidad.
Ahora bien, ¿qué más ocurre en estas fiestas, con cantidades ingentes de comida y alcohol? Como sabemos todos, estos eventos representan espacios al margen del trabajo, en un ambiente más relajado, en los que las relaciones interpersonales afloran. Así pues, las fiestas de Navidad se vuelven un caldo de cultivo para el acoso sexual.
¿Cómo ocurren?
Recordemos que las empresas reflejan y reproducen la cultura y las dinámicas de la sociedad en las que están insertas, con lo cual las relaciones de género desiguales en el trabajo responden a la lógica patriarcal. En la mayoría de los casos, los hombres se sienten legitimados para acosar; creen que sus conductas son totalmente válidas porque son respaldadas por otras personas y por la empresa. La tolerancia hacia el acoso sexual permite que los acosadores se sientan libres de actuar sin que haya ninguna represalia.
Los tribunales ya se han pronunciado sobre los casos de acoso sexual en las cenas de Navidad. A modo de ejemplo, en esta sentencia el Tribunal Superior de Justicia avaló el cese de un directivo tras acosar sexualmente a una trabajadora durante el cóctel de Navidad.
¿Cómo evitarlo?
El primer paso para erradicar el acoso sexual en el trabajo es cambiar y reformular la cultura organizacional de la empresa: los valores y las creencias que tienen sus miembros determinan y permiten ciertas actitudes machistas. Al fin y al cabo, las agresiones sexuales tienen un origen estrictamente social y de carácter estructural; no son casos puntuales y aislados. Si las personas que trabajan en una empresa conocen el protocolo y se sienten cómodas con él, denunciarán los acosos en caso de sufrirlos o incluso evitarán que aparezcan.
Algunos consejos de cara a las próximas comidas:
- Comunica a la plantilla el compromiso de la empresa con la violencia cero. Recuérdales que disponéis de un protocolo contra el acoso sexual utilizando las comunicaciones previas al evento.
- Si se trata de una gran organización, podrías incluir un punto lila o bien situar carteles en el espacio del evento. Estas medidas funcionan de forma disuasoria y contribuyen a reducir los casos de violencia machista.
- Ten presente y actualizado el protocolo de acoso sexual.
- Intervén ante cualquier posibilidad de acoso sexual. El silencio y la indiferencia nos hace cómplices; actúa.
Todas las empresas tienen la obligación de disponer de un protocolo contra el acoso sexual o por razón de género. Recuerda que, con la aprobación de la Ley de libertad sexual, las empresas tienen responsabilidad penal ante un posible caso de acoso durante las fiestas de Navidad.