Vamos paso a paso. Primero empezamos resumiendo con preguntas y respuestas lo que comentamos en el boletín 6.
¿Es la prostitución una actividad mercantil? NO.
¿En España hay mucha prostitución? Es el tercer país del mundo en consumo de prostitución.
¿Es cierto que en los países con mucha igualdad entre hombres y mujeres se ha acabado con la prostitución? ¡NO!
Países más igualitarios más prostitución.
¿De qué hablamos cuando hablamos de prostitución? De la compra, por parte de unos, de los cuerpos de otras para hacer lo que quieran.
¿Pretty Woman, la película, refleja cómo es realmente la prostitución? No. Ni por asomo.
Seguimos ahora profundizando en estas realidades que no solemos ni ver, leer ni escuchar.
El 95% de las mujeres que ejercen la prostitución en España son víctimas de la trata.
Estas mujeres son «captadas», ya sabes, engañadas para venir a nuestro país con falsas promesas de trabajo. Otras mujeres no necesitan ser engañadas, sino que son vendidas por sus familias. Hijas vendidas por sus madres y padres, hermanas vendidas por sus hermanos…
Este 90% de las prostitutas que vienen de la trata son trasladadas aquí a España, son encerradas y explotadas 24/7. Siempre, cada día. En todo momento, sin ningún derecho humano… y laboral, aún menos.
El 65% de las prostitutas empieza a serlo antes de los 18 años, según un estudio de APRAMP, ONG que ofrece apoyo integral a mujeres y niñas víctimas de la trata y explotación sexual.
¿Niñas? ¡Sí, niñas! Si la demanda prefiere niñas, la oferta incluye niñas en su «catálogo».
¿Y esto es legal? Casi nada de lo que sucede en esta actividad que tanto dinero genera es legal. Y la edad de ellas no es una excepción: te las puedes encontrar de 13, 14, 15 años. Y de 12!
Foto: Pixabay
Dejadnos decir que las chicas asiáticas ahora tienen «mucha salida» porque tienen cuerpos «más de niña» que las chicas americanas, por ejemplo. ¿La famosa novela Lolita llevada a la realidad?
Y ahora te podrías preguntar si estamos escribiendo estas palabras sobre realidades que suceden en Tailandia o en España. Aquí, pasa aquí, delante de nuestras narices.
Pisos en ciudades y en pueblos, burdeles de carretera y, a veces, sillas en los polígonos. En todas partes. Si no, ¿dónde crees que se encuentra sexo rápido y barato? Tengas poco o mucho dinero, puedes encontrar aquello que Victoria Sau llamaba «unas cuantas para todos».
Y la sociedad aparentemente no lo ve bien. «No queremos tener un burdel en el piso de debajo de casa», claro.
Y si habláramos con una de estas chicas y nos explicara de dónde viene y qué le hacen hacer, nos indignaríamos. Y quizás ni nos lo creeríamos del todo. De hecho, no nos gusta explorar esta realidad. No conocemos a nadie que sea putero, y no se nos ocurriría preguntar en casa ni en nuestro entorno.
Pero estamos hablando de miles y miles de euros gastados en esto. ¿De dónde salen?
Tenemos una imagen asociada a los hombres que «van de putas», los puteros: quizás nos viene a la cabeza un viejo decrépito, solo, tal vez viudo, borracho, desdentado, que no sabe dónde ir a buscar a alguien que satisfaga sus «necesidades».
Sí, este puede ser un perfil de putero, pero también lo puede ser un cirujano que acude a un congreso, o un arquitecto que ha ganado un concurso de diseño y lo quiere celebrar, o un grupo de amigos que hace una fiesta porque ha terminado el curso de la universidad, o un joven de 25 años que «no encuentra» una chica que quiera tener sexo con él, «pobrecito».
Porque cada vez los puteros son más jóvenes, piden prácticas sexuales menos tradicionales y más parecidas a la pornografía dura que es mayoritaria actualmente.
Hablemos claro: los hombres se sienten con derecho a obtener placer a cambio de dinero, donde quieran y cuando quieran.
Lee con atención la frase anterior: derecho, se sienten con el derecho. Ejercer «el derecho» que la sociedad a lo largo de los siglos les ha dado, derecho a hacer uso cuando y donde quieran del cuerpo de una mujer.
Y como la prostitución es alegal, es así de fácil hacer uso de este «derecho» que sienten que tienen.
¿Y si existiera un mundo sin prostitución? ¿Adónde irían los jóvenes que quieren tener su primera experiencia? ¿Dónde llevarían los padrinos a sus ahijados cuando se licencian? ¿Dónde irían los jóvenes y mayores a «jugar duro» con el sexo, igual que ven a la pornografía? ¿Y qué harían los hombres que tienen familia y están casados hace 30 años y ya están aburridos de sus mujeres?
¿Qué haríamos con ellos y con el resto de hombres que solo pueden tener sexo si es a cambio de dinero?
¿La lástima que supuestamente nos darían convierte su deseo en un derecho? ¿La satisfacción de todos los deseos es un derecho?
Ana de Miguel, doctora en Filosofía Social, explica en su último libro que la prostitución es una escuela de la desigualdad humana:
La desigualdad humana consiste en que unas personas se sirven de otras y dependiendo del grado de desigualdad, una persona se puede servir de mil, o de cien, o de diez.
¿Qué es la prostitución en relación a esto? Es enseñar a los chicos, muy pronto, como un rito de aprendizaje, que «su deseo es lo primero, es lo único que cuenta» y la sociedad patriarcal brindará los medios para satisfacer este deseo.
El mensaje que recibe el chico al que llevan «de putas» o en esos libros académicos en que se hace apología de la prostitución es éste: «en la vida sólo tienes que ocuparte de algo, de tu deseo, de tener dinero en el bolsillo y de satisfacerlo».
… Un momento. ¿Lo has notado? Hemos escrito sobre ellos y sus «necesidades», deseos o derechos. ¿Y ellas? ¿Ellas dónde quedan en todo esto? ¿Sus derechos dónde están? ¿Qué derechos les ha dado la sociedad?
¿A elegir entre ser o no ser prostituta?
¿A elegir entre trabajar en la calle o en el piso?
¿A elegir a qué proxeneta servir?
¿A elegir horarios y días libres?
La puta, por definición, no puede decir que no. La puta, por definición, no puede elegir.
Repetimos el dato: el 95% de las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de la trata.
Y ahora, si tienes un momento, no te pierdas esta entrevista. Merece la pena escuchar a Amelia Tiganus, superviviente de la prostitución: «La industria de la explotación sexual fabrica la demanda con pornografía para captar chicos jóvenes. La pornografía es prostitución grabada».
La entrevista
Escúchala en PlaySER en este enlace
Imaginemos que conseguimos abolir la trata. ¡Viva! Ya está. ¿Ya está? Como los hombres seguirán teniendo sus «necesidades» y deseos vivos, y creyéndose con derecho a satisfacerlos, tal y como ha ocurrido a lo largo de la historia, algo inventarán para seguir teniendo mujeres en el catálogo del servicio.
¡Ah! Y también tenemos a mano la prostitución 2.0.
PROSTITUCIÓN 2.0
El análisis
En el próximo boletín seguiremos reflexionando un poco más sobre la prostitución en nuestro país. Gracias por leer estas páginas que hablan del tema, ahora justamente que carecen 20 días por el 25N, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.